Algo que nos encanta de la ciudad es que tiene taaaantas cosas que ver, lugares a dónde ir, actividades que escoger. Pero nos hemos enfrentado a un pequeño gran problema: el gran tráfico y distancias para ir a donde queremos ir.
Los niños han tenido que adaptarse a las circunstancias. Isaac a comenzado a tomar sesiones de terapia ocupacional para mejorar las alteraciones de integración sensorial que mencioné en la entrada anterior. Sólo llevamos dos sesiones así que tendremos que esperar unas más para que quizá podamos ver resultados. Por lo pronto se ha dejado cortar la patilla.
Ha iniciado el ciclo escolar en un colegio Montessori mismo que nos ayudará para que pueda consolidar algunos puntos importantes que no ha podido lograr debido a esta problemática de integración sensorial.
El amarrado de agujetas, botones, moños, boleado de zapatos, perfeccionar su técnica para lavar sus calcetines, platos y mesa, enrollar calcetines, barrer y trapear.
Aunque los logros académicos son importantes siempre he pensado que lo más importante es que todo eso lo aplique en su vida cotidiana para resolver las situaciones que se le presentan. Comprar en la tienda, tender su ropa, clasificarla, recoger sus platos, lavarlos, eventualmente preparar algo de comida. En una palabra preparlo para la vida. Y de qué otra manera los haremos ser más independientes si no asignándoles responsabilidades de acuerdo a su edad.Así es como ahora vemos a Isaac con más frecuencia:
Amiga, eres una mama excelente!
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